Por ello, es muy importante concienciar a la población para intentar aplicar las 3 "R" de la ecología a la vida cotidiana. Estas tres “R” se refieren a:
· Reducir al máximo el consumo, seleccionando en la compra productos que tengan un menor impacto ambiental y evitando generar basura innecesaria.
· Reutilizar, empleando repetidamente o de diversas formas distintos productos consumibles.
· Reciclar, utilizando los residuos como materia prima para la elaboración de un producto que puede ser igual o distinto al inicial (el diseño del producto debe estar pensado para permitir un reciclar eficaz, es decir superior a un 90% del producto, y fácil). Para reciclar, es necesario realizar una recogida selectiva de los residuos que generamos, que consiste en la separación en origen de los diferentes materiales que desechamos.

En cambio, a nivel de ciudadano, el reciclaje se entiende como la parte previa a ese proceso, es decir, la separación selectiva de los residuos.
Actualmente, en las ciudades españolas se recogen de forma selectiva muy diversos residuos para poder gestionarlos adecuadamente y en su caso reciclarlos. Algunos se deben depositar en los contenedores especiales de las calles y otros deben ser llevados a un punto limpio. Así, los contenedores convencionales quedarían principalmente reservados para los desechos orgánicos.